La imagen de marca debe estar sometida a constante análisis para ajustarse a los objetivos de mercado. El 2021 puede significar un nuevo proceso de evolución.
identidad de marca
Una de las principales herramientas para poder vender un producto o construir una imagen corporativa eficaz es el nombre de la marca. Es la principal identificación que ve a encontrar nuestros clientes y es necesario que cause el impacto adecuado…
La resonancia se caracteriza en términos de intensidad, o la profundidad del vínculo psicológico que los clientes tienen con la marca, así como el nivel de actividad engendrado por esta lealtad (compras repetidas, búsqueda de información de marca, eventos y otros clientes leales).
La sociedad dictamina su propio ritmo, pero este siempre condicionará todo lo que consuma, y de esto están claras las marcas que obedeciendo tanto el movimiento como las exigencias de las personas evolucionan o se adaptan para seguir manteniéndose en el mercado, solo que esto no se da por si solo. Es necesario que las marcas emprendan entre otras cosas procesos de restyling para ir adaptándose en forma a los nuevos tiempos.
El rebranding podría definir como una actualización de la marca, un nuevo aire que no se desliga del todo de la historia, una forma de decir presente en nuevas audiencias y una clara llamada a la evolución de las marcas.
Existen determinadas etapas en las cuales se dan cuenta que su cliente habitual ha cambiado o en las cuales ven que es el momento de hacer una reestructuración con el objetivo de llegar a un público nuevo.
Es en estos casos cuando la marca decide hacer una investigación tanto interna como externa con el objetivo de revisar todo lo que está sucediendo en el mercado y en su empresa para tener claras cuáles son las decisiones que se deben tomar. Está claro que la solución no va a ser siempre realizar un restyling o un rebranding pero tras haber hecho los análisis necesarios tendremos claro hacia donde debemos encaminarnos.
Un mal #naming puede comportar pérdidas sustanciales para la empresa, conocer algunos de los errores que llevan a escoger un mal nombre de marca constituye una de las claves para evitarlo.
Un mal nombre es el mejor modo de arruinar la imagen de marca y es que, seleccionar mal el naming lleva a hacer que la empresa no crezca. El nombre es lo primero que ve el cliente y por tanto es la primera seña de identidad que se percibe; si lo escogemos mal repercutirá negativamente en el desarrollo y en la consecución de objetivos que nos planteemos alcanzar.
Los valores de la marca son la mejor herramienta de branding
Además, hay varios expertos en branding que señalan que el hecho de que los clientes compartan valores con una marca hará que sean fieles a ella y la escojan por encima de otro tipo de marcas aunque tengan unos mejores productos. Si los valores están alineados con los del cliente, probablemente vaya a repetir.
Diferenciarse de la competencia es esencial para que una marca sea rentable y resulte más atractiva a nuestro público. Desde…